sábado, 17 de agosto de 2019

Macri y su lugar en la historia


Agosto 2019.


Conduce Iván Schuliaquer. Produce Ezequiel Fernández Bravo.



¿Qué novedades aportó Cambiemos en las derechas argentinas? ¿Fue un gobierno republicano? En este episodio de Batalla Cultural, Ezequiel Adamovsky habla de populismo y liberalismo. Y dice que aunque Macri se vaya, parte de su base social quedará disponible para un nuevo proyecto antiperonista.


http://www.revistaanfibia.com/podcast/episodio-14-macri-lugar-historia/


viernes, 16 de agosto de 2019

Cuestión de herencias: lo que dejó Cristina, lo que va a dejar Macri

16 de agosto de 2019.

Por: Sacha Pujó (*).

Fuera de control.
En 2016 el gobierno de Cambiemos salió a buscar inversores en Estados Unidos con un "paper" en el que se destacaban las fortalezas de Argentina como "Tierra de oportunidades". Ninguna de las variables mejoró o siquiera permaneció sin cambios: todas derraparon.



Luego de las elecciones primarias del pasado domingo 11, en las que resultó ganador el Frente de Todos por una diferencia de 16 puntos sobre Juntos por el Cambio, según el escrutinio provisorio (49,2% versus 33,1%, escrutadas 98,8%), resulta oportuno hacer un repaso por las distintas herencias que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que va a dejar Mauricio Macri.

El análisis nace de las declaraciones en conferencia de prensa que dio el presidente al día siguiente de la elección, donde culpó a los votantes y al kirchnerismo por otra corrida cambiaria con megadevaluación. Si bien luego pidió disculpas porque “estaba muy afectado por los resultados, casi sin dormir y triste por las consecuencias que tuvo en la economía”, en nada modifican la situación crítica del país los anuncios electorales de medidas paliativas tendientes a mejorar la situación de trabajadores y pymes. En ese sentido, dichas medidas, de las que el Estado se hará cargo del costo fiscal, son paliativos insignificantes frente a otra megadevaluación que pulveriza el salario con espiral inflacionaria desatada, y no modifican una coma del modelo económico.

Para describir la herencia legada por CFK nada mejor que lo que el gobierno de Macri decía sobre el estado del país ante inversores extranjeros, que a nivel nacional no se difundía oficialmente ni a través de los medios concentrados de comunicación. En este sentido, en 2016, para atraer inversiones en Estados Unidos, el gobierno reconocía y destacaba en el documento “Argentina: tierra de oportunidades”, los siguientes puntos:

  •     El país con la menor desigualdad social en toda la región medida por el coeficiente de Gini.
  •     La alta proporción de población de clase media.
  •     El primer puesto en desarrollo humano y educación de Latinoamérica.
  •     Desempleo menor al 6%.
  •     Infraestructura bien desarrollada.
  •     Alta capacidad de endeudarse de la Argentina dado su baja relación deuda/PBI, del 13%.
  •     Oportunidades en el agronegocio, en la industria del software, en el sector energético, en las telecomunicaciones, en la minería (reservas de litio y reservas de shale oil más grandes por fuera de los Estados Unidos).

Por otro lado también hay que recordar que el propio Indec, revisado por este gobierno, reconoció para el año 2015 un crecimiento del 2,1% del PBI y una desaceleración de la inflación, a pesar de la catarata de mentiras difundidas por políticos, periodistas y economistas operadores que repetían como un mantra que la economía estaba estancada en 2015.

El gobierno de Macri será recordado por la permanente búsqueda de excusas, culpar a otros y no hacerse cargo por las consecuencias de su gestión. Desde el inicio el modus operandi ha sido el uso de chivos expiatorios como la instalación mediática de la pesada herencia, el discurso de que con el anterior gobierno “vivíamos por encima de nuestras posibilidades”. En combinación con la apelación a fenómenos de la naturaleza tales como tormentas, el gobierno nunca se responsabilizó y postergó a un futuro improbable mejoras a las condiciones de vida de la población. Al mismo tiempo, la persecución y estigmatización realizada por el dispositivo mediático judicial sirvió como la pantalla para justificar la gigantesca redistribución regresiva del ingreso.

La difusión de operaciones mediáticas como la supuesta organización terrorista mapuche RAM, el “curro de los derechos humanos”, las mafias sindicales, los vagos, y otras tantas categorías construidas para orientar la atención pública son otro de los artilugios del gobierno para sostener su gobernabilidad.

¿Por qué razón las mismas políticas económicas que ya fueron aplicadas en otras ocasiones, como son los casos de Celestino Rodrigo con Isabel Perón, José Martínez de Hoz en la dictadura, y Domingo Cavallo en los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, podían tener resultados distintos aplicadas por Macri? Sólo con el engaño y la mentira planificada de la mano del marketing político que convierte a un proyecto político en un producto comercial, puesto a manipular la conciencia de un votante tratado como mero consumidor, se pudo llevar adelante la proeza de convertir a Macri en presidente. El resultado de las elecciones demuestra que la gran mayoría de los argentinos se dio por estafada con el producto marca Cambiemos.

Así como con la idea de la meritocracia quisieron hacer creer que la situación económica de cada uno es el resultado de su esfuerzo personal, descartando la influencia del tipo de políticas aplicadas, ahora culpan al votante consumidor por su elección. Resulta una estrategia de manipulación por parte de un gobierno cuyos miembros, en su mayoría, son herederos de empresas y patrimonios familiares con fortunas en el exterior.

El producto Cambiemos llegó al gobierno prometiendo desarrollismo pero aplicó un modelo de acumulación de capital basado en la valorización financiera, que destruye la industria y el empleo, como lo confirman todos los indicadores actuales de la actividad económica que muestran una caída sostenida que parece no encontrar aun el piso. El colosal endeudamiento externo para sostener dicho modelo, la caída de los ingresos y el empeoramiento en general en las condiciones de vida de la gran mayoría son la verdadera pesada herencia que le deja a los próximos gobiernos y generaciones.



(*) Magister en políticas públicas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Profesor en sociología de la Universidad de Buenos Aires UBA). De vaconfirma.com.ar

https://www.elciudadanoweb.com/cuestion-de-herencias-lo-que-dejo-cristina-lo-que-va-a-dejar-macri/



martes, 6 de agosto de 2019

La era Cambiemos en datos de Naciones Unidas

6 de agosto 2019.

Por: Emanuel Bouza (OCIPEX).



Deuda pública, actividad industrial, desempleo, salario real, seguridad alimentaria. La evolución de estos indicadores en la Argentina ha sido motivo de análisis, sorpresa y, ante todo, preocupación generalizada desde hace largo tiempo. Ante todo porque, en tres de los cuatro años de gestión macrista, esas variables se pintaron de rojo y alcanzaron registros negativos sin precedentes en la última década, e incluso más atrás en la historia.

Desde OCIPEx hemos señalado, a través de diversos informes, que la ponderación del retroceso socioeconómico experimentado por nuestro país no puede prescindir de la clave comparada, tanto a nivel regional como global. ¿Por qué motivo? Entre otras cosas, porque no es lo mismo acompañar una tendencia recesiva mundial y ser uno más entre varios países afectados, que aparecer sistemáticamente en los primeros lugares de los ránking latinoamericanos y mundiales de endeudamiento, inseguridad alimentaria, desocupación y disminución de la producción manufacturera. El siguiente artículo presenta datos de informes producidos por organismos de Naciones Unidas como la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (DESA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y permite comprobar que la Argentina hoy está lejos de integrar el pelotón de Estados que presentan, al menos, cifras “promedio”, y en cambio se ubica en el podio de los países con peor desempeño en América Latina y en el mundo.

ONUDI: primeros en caída de la actividad industrial en el mundo

Según el último Reporte de Producción Manufacturera Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), publicado el 7 de junio pasado(1) entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019, 26 países de un total de 77 mostraron un saldo negativo en su producción industrial. De esos 26, Argentina registró la mayor caída interanual, que se desplomó nada menos que un 10,8 por ciento. La acompañan en ese ranking Turquía (-5,2%), Nicaragua (-4,9%), Pakistán (-4,6%) y Malta (-3,6%)[2].

A pesar de la profundización de las tensiones comerciales, el documento de la ONUDI indica que el crecimiento interanual de la actividad manufacturera mundial creció un 2,5 por ciento en el último año. La producción de China se mantuvo estable ligeramente por encima de 7,3 por ciento, mientras que en Estados Unidos el aumento observado fue del 1,9 por ciento.

El Reporte señala que el desempeño industrial agregado de países en desarrollo y emergentes anotó una suba del 0,8 por ciento. En la India, por ejemplo, la producción manufacturera creció un 1,2 por ciento. En Indonesia lo hizo al 5,1 por ciento y en Vietnam al 4,1. Sudáfrica, el país más industrializado del continente africano, reportó un crecimiento del 0,5 por ciento, mientras que Costa de Marfil y Marruecos tuvieron registros positivos del 6,3 y el 3,1 por ciento respectivamente.

La actividad industrial en América Latina, por su parte, describió una caída interanual del 1.2 por ciento. El organismo de Naciones Unidas atribuye esta cifra fundamentalmente a “la continua recesión de Argentina (-10,8%) y a la disminución de la producción manufacturera de Brasil (-1,5%)”. Por el contrario, tanto México como Colombia, Chile y Perú tuvieron crecimiento positivo, con tasas positivas del 0,5 por ciento, 2,6 por ciento, 1,2 por ciento y 0,3 por ciento, respectivamente.


DESA: terceros en aumento de la desocupación entre 2015 y 2018

En un escenario global en el que, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo tiende a la baja (aunque esto último no tenga como correlato una mejora en la calidad de trabajo), la Argentina tiene el triste privilegio de estar en los primeros puestos del ránking de naciones que van a contramano de esa progresión. En efecto, nuestro país es el tercero en el que más aumentó la tasa de desocupación en el período 2015-2018 a nivel mundial. Este dato surge de un análisis del anexo estadístico del informe “Situación y perspectivas de la economía mundial en 2019” de Naciones Unidas (3).

Según revela el estudio de la ONU, coordinado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (DESA) y del cual participaron técnicos de las distintas Comisiones Económicas Regionales -como la CEPAL- y la UNCTAD, la tasa de desempleo promedio en países desarrollados se redujo del 8,7 por ciento en 2010 (postcrisis financiera) al 5,4 por ciento en 2018. En varias economías grandes, inclusive, el nivel de desocupación actual es el más bajo en décadas. Tal es el caso de Alemania, Japón y Estados Unidos. Sin embargo, una de las conclusiones del trabajo sostiene que “a nivel mundial, la caída del desempleo en las economías desarrolladas se ha visto compensada en gran medida por el aumento del desempleo en varios países de ingresos medianos altos, como Argentina, Brasil y Sudáfrica, que se han visto profundamente afectados por crisis políticas y económicas continuas”.

Tabla 1. Tasa de desempleo 2015-2018. Variación (en puntos porcentuales)


FAO: seis millones de personas más en situación de inseguridad alimentaria

El informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019” (4), elaborado en forma conjunta por FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS, señala que el número de personas que padecen inseguridad alimentaria moderada o grave en nuestro país pasó de 8,3 millones en el período 2014-2016 a 14,2 millones entre los años 2016 y 2018. Esto representa un aumento nada menos que del 71% en la cantidad de individuos con falta de acceso continuado a los alimentos, uno de los incrementos más altos registrados a nivel mundial junto con Venezuela, Níger, Tayikistán, Afganistán, Egipto, Sierra Leona y Botswana.

Las estimaciones presentadas en la edición 2019 de este estudio se basan en una combinación de datos: los recopilados por la FAO en más de 140 países empleando un modelo de encuestas basado en una escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES por sus siglas en inglés) y los recopilados por instituciones nacionales en una serie de países de las Américas, África y Asia utilizando la FIES u otros cuestionarios similares de seguridad alimentaria basados en la experiencia.

La FAO indica que en América Latina y el Caribe, “las tasas de subalimentación han aumentado en los últimos años, en gran parte como consecuencia de la situación en América del Sur, donde el porcentaje de personas con hambre aumentó del 4,6% en 2013 al 5,5% en 2018”. Ese aumento, según el organismo con sede en Roma, se corresponde principalmente con la desaceleración económica experimentada por varios países de la región, especialmente la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación asciende actualmente al 21,2% de la población.

Si bien la subalimentación (proporción de la población que no cumple con los requerimientos energéticos diarios mínimos para llevar una vida saludable y activa), es el indicador tradicional que la FAO utiliza para hacer un seguimiento del hambre en el mundo, en el informe de este año se introduce un segundo elemento: la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave. Dicho indicador fue elaborado para complementar la información proporcionada por la prevalencia de la subalimentación y ofrecer una perspectiva más amplia sobre la dimensión de la seguridad alimentaria relativa al acceso a los alimentos.

Como explica el informe, “las personas que experimentan una inseguridad alimentaria moderada afrontan incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a reducir, en ocasiones durante el año, la calidad o la cantidad de alimentos que consumen debido a la falta de dinero u otros recursos”.  Esta hace referencia, por tanto, a una falta de acceso continuado a los alimentos, lo cual disminuye la calidad de la dieta, altera los hábitos alimentarios normales y puede tener consecuencias negativas para la nutrición, la salud y el bienestar. Las personas que afrontan una inseguridad alimentaria grave, por su parte, presentan una alta probabilidad de haberse quedado sin alimentos, haber experimentado hambre y, en las situaciones más extremas, haber pasado varios días sin comer, lo cual pone su salud y bienestar en grave riesgo.

El análisis del anexo estadístico provisto por la FAO arroja que el aumento en la prevalencia y el número de personas que padecen inseguridad alimentaria en la Argentina se encuentra entre los más altos a nivel mundial.

Tabla 2. Inseguridad alimentaria moderada o grave. Variación


CEPAL: primeros en endeudamiento y caída del salario real

Según el informe “Flujos de Capital hacia América Latina y el Caribe. Evaluación del año 2018” (5), publicado el pasado 11 de febrero por la CEPAL, fueron once los países de la región que colocaron deuda en los mercados internacionales de capitales en 2018: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. De esos once, los tres principales emisores soberanos fueron Argentina, México y Chile. De esos tres, nuestro país lideró el ránking de deuda por amplio margen. Para tal hazaña necesitó apenas de una colocación simultánea de tres bonos (2023, 2028 y 2048) en el mes de enero. Un par de meses después, en marzo, bancos y fondos de inversión cerraron el grifo de dólares para la compra de bonos y títulos argentinos. Pese a esta pérdida de acceso a los mercados capitales, en la actualidad la Argentina es el país con mayor nivel de endeudamiento público bruto de la región (88,5% del PIB), seguido por el Brasil (78,7% del PIB) y Costa Rica (52,9% del PIB).

Tabla 3: Emisión soberana de deuda en dólares en América Latina. Año 2018


Si bien en el 2018 la mayor parte de la emisión de deuda en América Latina se hizo en dólares (77%), también se realizaron colocaciones en moneda local, incluyendo pesos de República Dominicana, México, Argentina y Colombia, así como soles peruanos y reales brasileños (9%); Yenes japoneses (1.6%); Francos suizos (1,4%); Yuanes chinos (0.34%), dólares australianos (0.28%); y dólares de Hong Kong (0.08%).

Entre los emisores de deuda en moneda local, Perú se ubicó en primer lugar gracias la colocación de un bono denominado soles a fines de noviembre, por un total de 3,1 mil millones de dólares. Y aquí viene el dato interesante. En segundo lugar no aparece un país o una multinacional, sino la Provincia de Buenos Aires. El distrito gobernado por María Eugenia Vidal realizó la segunda emisión más grande en moneda local en la región: un bono global-local a 2025 por un total de 1,5 mil millones de dólares. La tercera posición fue para la empresa brasileña Celse – Centrais Elétricas de Sergipe, que emitió un bono a 2032 en moneda local por casi 1.000 millones de dólares. La cuarta y quinta emisión más grandes en moneda local correspondieron a Chile, que emitió un bono en pesos por un valor de US$ 939 millones; y a la República Dominicana, que en febrero colocó un bono en pesos locales por un monto de US$ 818 millones.


Finalmente, el “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019” (6) elaborado por el organismo con sede en Santiago de Chile, describe como, en los primeros tres meses de este año, la caída del salario real en la Argentina fue superior al 10%, siendo el único país en registrar un descenso de esta magnitud, en un grupo que contiene a Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay. La CEPAL señala, a su vez, que a este fenómeno regresivo se suman la caída del empleo registrado, el aumento del subempleo, el incremento de la informalidad laboral y la expansión del cuentapropismo.


Algunas preguntas para el final

Tras presentar esta radiografía trazada por agencias especializadas de Naciones Unidas sobre lo ocurrido a lo largo de los últimos cuatro años en la Argentina, surgen algunos interrogantes que nos permitimos plantear a continuación:

¿Cuánto terreno se ha perdido a nivel global tras este período de endeudamiento exponencial, caída de la producción y el salario y aumento de la desocupación?

¿Cuántos casilleros se han retrocedido en un contexto global caracterizado por una lenta pero sostenida recuperación económica luego de la crisis de 2008?

¿Cómo se pudo pasar de la promesa de una “inserción inteligente en el mundo” a terminar como el país número uno en caída de la actividad industrial a nivel global, tercero en aumento de desempleo, primero en relación deuda/PBI en América Latina y entre los que registran el mayor incremento de la inseguridad alimentaria en todo el mundo?


Referencias

[1]https://www.unido.org/sites/default/files/files/2019-06/World_manufacturing_production_2019_q1.pdf

[2] Datos disponibles en https://stat.unido.org/

[3]https://www.un.org/development/desa/dpad/wp-content/uploads/sites/45/WESP2019_BOOK-web.pdf

[4]http://www.fao.org/3/ca5162es/ca5162es.pdf

[5]https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44460/1/S1900092_en.pdf

[6]https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44674/20/S1900414_es.pdf

https://ocipex.com/la-era-cambiemos-en-datos-de-naciones-unidas/