domingo, 4 de marzo de 2018

“El fútbol no refleja a la sociedad y menos a la política”

4 de marzo de 2018.

El sociólogo Pablo Alabarces analizó como “espontáneos” los insultos que el presidente Macri recibió en las canchas. El académico consideró en diálogo con El Ciudadano que el líder del PRO “demuestra el fracaso de la educación privada en Argentina”.




Fútbol y política. Política y fútbol. Dos mundos complejos que en los últimos tiempos se entremezclaron hasta el hartazgo o, en todo caso, el universo de la pelota invadió la política, futbolizando a sus dirigentes. Las puteadas que recibió el presidente Mauricio Macri en las canchas de numerosos clubes argentinos fueron analizadas desde diferentes puntos de vista, forzando interpretaciones políticas. Pero, al análisis de Pablo Alabarces, la respuesta es más sencilla y obedece, según él, a la paranoia espontánea de los hinchas, que sienten encarnados en el líder del PRO la concentración del poder “boquense” que perjudica a sus clubes.

En diálogo con El Ciudadano, el licenciado en Letras y master en Sociología de la Cultura, analizó eso que llama “la futbolización de la política”. “Que Macri presuma de que todo lo que sabe de la política lo aprendió en el fútbol demuestra que sabe muy poco de política”, evaluó Alabarces, quién sostiene que la constante apelación a metáforas futbolísticas en el discurso del presidente reflejan que “es un analfabeto funcional, un tipo que demuestra el fracaso definitivo de la educación privada en la Argentina”.

—¿Qué análisis hacés de las puteadas que recibió Macri en diferentes estadios de fútbol?

—Mi idea es que se trató de un fenómeno futbolístico propio de la cultura futbolística y que tiene poca expansión por fuera de ella. Hay tres grandes versiones del asunto. Hay una versión, que es la que supone el macrismo, que esbozó una teoría conspirativa respecto de la acción de punteros kirchneristas que actúan sobre las barras bravas y las convencen de que impulsen los cánticos. No hay absolutamente nada que permita respaldarlo porque me animaría a asegurar que la influencia del macrismo sobre las barras es mucho más fuerte que la que tiene el kirchnerismo. Esta idea de que son las barras las que impulsan los cánticos, no tiene asidero, hay mucho de espontáneo en todo esto. Una segunda explicación es la inversa, llamémosla kirchnerista, según la cual esto está demostrando palmariamente el hastío popular con respecto al gobierno de Macri. Esto tampoco tiene asidero, no hay ninguna razón que permita suponer que la aparición de insultos en las canchas tiene que ver con un cambio en el clima social. En última instancia ese clima social no es que cambió sino siempre estuvo, desde que asumió Macri para acá hubo una larga serie de movilizaciones populares, bastante importantes y claramente antimacristas. Y hay una tercera explicación, que es la mía y es estrictamente futbolera. Las hinchadas están reaccionando de esa manera porque cultivan la paranoia como norma, esta idea de la conspiración planetaria en contra de tu equipo. Hoy lo que los hinchas perciben, y es innegable que es así, es una concentración de poder boquense en la troica Macri-Tapia-Angelici. Entonces, los hinchas, con agudeza, dicen que “está todo hecho para Boca”. A partir de ahí se produce la reacción que tiene como disparador algún mal arbitraje, cosa que es fácil de encontrar porque los arbitrajes en Argentina son pésimos.

—La reacción que tuvo el macrismo con respecto a este tema deja entrever sus dificultades para acercarse a lo popular.

—Que Macri presuma que todo lo que sabe de política lo aprendió en el fútbol, demuestra que sabe muy poco de política. El fútbol es un mundo muy autónomo, no refleja la sociedad y mucho menos la política. Inclusive el macrismo es posible que conozca más el mundo del fútbol que el mundo popular pero porque el mundo del fútbol ha cambiado mucho y ya no es estrictamente un mundo popular. Estamos hablando de un mundo en donde te pueden llegar a cobrar una luca de entrada a un partido.

—En el discurso de Macri siempre están presentes las metáforas futbolísticas.

—Porque es un animal. Es un analfabeto funcional, un tipo que demuestra el fracaso definitivo de la educación privada en la Argentina. Es un tipo formado en el Cardenal Newman y en la Universidad Católica que no puede hacer más que chistes de fútbol a Putin y a Merkel. Que el lenguaje de Macri sea futbolero, habla de la futbolización de la política en la Argentina, de la plebeyización de la cultura en la Argentina y del empobrecimiento de la política y de la cultura en la Argentina.

—¿Qué rasgos tiene la futbolización de la política?

—Lo he dicho muchas veces, desde hace bastante tiempo. Inclusive la pésima metáfora de la grieta es una metáfora futbolística, eso de que “el otro no existe, que hay que romperle el culo”. Está organizada por lo que hemos llamado la cultura del aguante. Fijate que Hugo Moyano el otro día en su discurso lo primero que dijo es “tengo pelotas”. Ese es el discurso del aguante en estado puro.
La hipótesis “Fútbol para Todos”

Con el correr de la charla Alabarces recordó “algo que es importante”, y planteó “simplemente una pregunta, ni siquiera una hipótesis” en torno a que la reacción de los hinchas contra el presidente Macri tenga que ver con el fin de la televisación gratuita de los partidos y el “fracaso” del fútbol codificado. “¿Fútbol Para Todos no tiene nada que ver en esto? Quiero decir, el fracaso estrepitoso de la suscripción al cable del nuevo fútbol de Fox y TNT, ¿no puede pensarse que el mundo del fútbol reacciona frente al final del Fútbol para Todos? Esto es simplemente una pregunta, ni siquiera una hipótesis”, indagó Alabarces.
“La plebeyización de la cultura”

El componente popular de los estadios ha cambiado con la misma velocidad en que el mundo del fútbol se consolidó en un negocio de titánicas dimensiones y donde el dinero acaparó la centralidad. El alto valor de las entradas, la restricción al ingreso solo a quienes pueden pagar altos valores de cuota social, entre otros factores, hizo menguar la fuerte presencia de un público popular por otros sectores sociales.

Sin embargo, los comportamientos en las canchas que se vinculaban a una manifestación de lo popular se siguen repitiendo como si nada hubiera cambiado.

“Eso revela la falsedad de la idea según la cual esos comportamientos eran estrictamente populares”, reflexionó Alabarces y amplió: “El «mundo aguantador» puede tener mayor presencia popular en cuanto al tipo que pone el cuerpo pero esa cultura es compartida, avalada y legitimada por decenas de miles de personas que no pertenecen a las mismas clases sociales. Eso es lo que yo llamé la plebeyización de la cultura. Es decir, ciertos comportamientos y lenguajes tradicionalmente muy plebeyos, de pronto se han incorporado por sectores no plebeyos”.

https://www.elciudadanoweb.com/el-futbol-no-refleja-a-la-sociedad-y-menos-a-la-politica/



No hay comentarios:

Publicar un comentario