miércoles, 11 de diciembre de 2019

El balance económico de la gestión de Mauricio Macri da pérdida

11 de diciembre de 2019.

Por: Gabriel Monzón, Doctor en economía. Secretario técnico de la Confederación Parlamentaria de las Américas. Titular del Grupo Latina Consultores. Profesor universitario
Doctor en economía. Secretario técnico de la Confederación Parlamentaria de las Américas. Titular del Grupo Latina Consultores.
 



El balance económico de la gestión de Mauricio Macri da pérdida. No importa por dónde lo veamos, todos los números son negativos y son producto, no de la falacia de la herencia recibida, sino de la implementación de políticas económicas que conllevó a una concentración de la riqueza, el aumento de la pobreza y el desmejoramiento general de casi todos los sectores.

Empecemos por la inflación. Lejos de cumplir con su idea de que era lo más fácil de derrotar, la inflación demostró que se necesita saber. En el año 2015, la inflación punta a punta fue 27,5% con un pico en el primer mes de gestión macrista que oficio de anuncio de lo que venía: en diciembre de 2015 fue del 3,8%, iniciando una escalada que no supieron parar. Desde ese momento hasta ahora el IPC ronda el 260%. Este año solamente cerramos con una inflación que supera el 56% y con una caída del salario real de más del 50%.

El PBI en caída libre, a contramano de las economías de la región, es tal vez el principal indicador de que las decisiones políticas internas son las que provocaron la catástrofe. El planteo de que “pasaron cosas” y la metáfora de la tormenta se pulverizan frente a los datos fríos: mientras que la Argentina cayó este año más del 1,3%, la región en promedio creció un 2,8%.

La pobreza fue en 2015 según la Universidad Católica Argentina (UCA) del 29,2%. Ahora, y según la misma fuente, supera el 40%. Más de dos millones de nuevos pobres.

La desocupación superó nuevamente, y luego de muchos años, los dos dígitos. Hoy es superior al 10,6%.

La tasa de interés fue uno de los principales errores de la gestión: superando el 80%, el festival de letras y bonos tiró por la borda todo tipo de posibilidad de inversión productiva. ¿Quién en su sano juicio se anima a invertir en un proyecto productivo cuando por inmovilizar el dinero se obtiene una tasa de retorno anual cercana al 100% nominal? No hay emprendimiento productivo que se arrime a esa renta. Y todo esto con la excusa de frenar el valor del dólar y la inflación. Nada de esto fue acertado. Sino veamos el tipo de cambio oficial, que pasó de $9,70 el 9 de diciembre de 2015 a $58,37 al 9 de diciembre de 2019. Una devaluación cercana al 600%.

Aumento de tarifas de servicios públicos que, en el caso de las eléctricas ronda cerca del 3.800%. Mucho más que las famosas dos pizzas de las que hablaba Alfonso Prat Gay. Con un agravante que muchos economistas no explican: el aumento de las tarifas conlleva una notoria disminución de la administración del salario real. Las tarifas son inelásticas, lo que provoca que no tengas posibilidad de destinar ese dinero mediante alguna opción a otro consumo. Eso es un síntoma de la concentración de la riqueza. Esas dos pizzas que millones dejamos de consumir van a las manos de unas pocas familias. Y este es un ejemplo de por qué empeoró el índice de Gini.

La quita de retenciones a sectores estratégicos disminuyó el ingreso de dinero al Estado. A esto le sumamos la caída de la economía y el cóctel fue explosivo, con un enfriamiento forzado de la economía que le sacó el dinero del bolsillo a los sectores populares y los transfirió a los sectores poderosos económicamente.

Las exportaciones son la única excepción, pero con la posibilidad que generó el macrismo de no ingresar el dinero producto del comercio internacional se provocó un efecto que aumentó la concentración y la fuga. Lo que pudo ser un logro terminó siendo negativo.

La caída real de las jubilaciones, la falta de oportunidades de empleo, la pobreza e indigencia crecientes, la caída de la actividad económica constante, la inflación galopante, el tipo de cambio incontrolable, la imposición de un súper cepo, jubilados que no pueden pagar medicamentos que eran provistos por el Estado, aumento de tarifas y combustibles ajenos a la realidad, fuga de capitales. Unos pocos ejemplos de cómo el balance económico de estos cuatro años fueron los peores de la historia reciente de la Argentina.

Doctor en economía. Secretario técnico de la Confederación Parlamentaria de las Américas. Titular del Grupo Latina Consultores. Profesor universitario.

https://www.elciudadanoweb.com/el-balance-economico-de-la-gestion-de-mauricio-macri-da-perdida/

domingo, 8 de diciembre de 2019

Se va Macri

8 de diciembre de 2019.

Por: Juan Alonso, periodista, escritor, docente.




Domingo. El último domingo de @mauriciomacri como presidente. Se va. Deja un país arrasado. Con una deuda superior a la dictadura militar y 5 millones de nuevos pobres. 6 de cada 10 niños y niñas padecen hambre. El flagelo de la patria que amamos. Pero luchamos y hemos vencido.

Me vienen a la memoria nuestros muertos. Los medios cerrados por empresarios vaciadores y más de 4 mil periodistas sin trabajo. Ni olvido ni perdón. La cacería macrista se extendió como una plaga de odio que intentó cambiar la cultura. No lo logró. Los derrotamos en unidad.

Éramos pocos quienes en diciembre de 2015 empezamos a enfrentar al modelo criminal que deja la Casa Rosada. En lo personal mi orgullo es no haber doblado mis convicciones. Aunque no soy el único. Somos millones. Macri representa todo el mal que nos cayó encima en estos años

Las heladeras vacías. Los servicios básicos en dólares. Los salarios depreciados. Las fábricas cerradas. Las fuerzas de seguridad persiguiendo y matando a luchadores sociales e integrantes de pueblos originarios. La narrativa del odio como escudo racista entre hermanos.

Macri y su séquito destruyeron Canal 7, Radio Nacional y Télam con más de 350 despidos. En las gerencias nombró a los peores inútiles con sueldos de medio millón de pesos e indemnizaciones que pretenden litigar ante el Estado. Son los herederos de los contrabandistas ingleses.

En 1820 el único enterrador de Buenos Aires era británico. Murió cuatro años después y se lo despidió como un héroe. Los principales comerciantes eran ingleses. Manejaban el banco y el contrabando. Los criollos querían ser franceses y se hablaba de "su majestad" de España.

No han cambiado demasiado las cosas. En la marcha blanca de ayer se habló en contra de "los negros". En 1820 "los negros" trabajaban en el puerto o eran dependientes de aventureros españoles, irlandeses, estadounidendes y británicos, que hablaban de la belleza de "las mulatas".

El macrismo buscó destruir la memoria colectiva y las grandes luchas del pueblo argentino. Tuvo y tiene el apoyo de la prensa canalla. Los mismos que fueron socios de Videla, Massera y Agosti y silenciaron un genocidio. Llenaron de animales los billetes y borraron a los próceres.

Se intentó suprimir a los otros y las otras. Se quiso instaurar el modelo mentiroso del mérito individual. Se propagó la idea de que cagarse de hambre era "lo justo" porque "alguien tiene que pagar la fiesta". Ahora nosotros debemos pagar la deuda con la que ellos fugaron divisas.

Macri trajo de nuevo al FMI. Favoreció a la casta de gordos de la SRA. Pronunció discursos en Palermo, se rodeó de badulaques. Nunca logró hablar sin apuntes dictados por más de 10 minutos. Sus ojos eyectados reflejan un psiquismo maltrecho e inseguro. El ego lo tomó por asalto.

El martes comienza la esperanza del pueblo argentino. El gobierno de @alferdez
 @CFKArgentina
 representa la unidad de la mayoría. Los que soñamos con un mundo sin pobreza y sin hambre. Los que creemos en el amor y la igualdad. Los que pensamos así mucho antes de 2003. Nosotros.

https://twitter.com/jotaalonso/status/1203736378862964737

sábado, 30 de noviembre de 2019

Macri, el empresario que no fue

30/11/2019.

Por: Jorge Fontevecchia.



El jueves a la tarde, cuando estaba por concluir la reunión anual más triste de la historia de la Unión Industrial desde que comenzó con su conferencia hace 25 años, los empresarios hacían sus comentarios en el coffee-break previo a la última exposición de Felipe González que inmediatamente daría paso al discurso de clausura de Macri. Mientras algunos mencionaban que en estos cuatro años –algo que no sucedió ni en la crisis de 2002– hubo una caída de alimentos del 19% en términos absolutos y 23% per cápita porque todos los años siempre creció mínimamente el 1%, que es lo que crece la población, otros agregaban que la leche cayó el 30% acumulado en el mismo período hasta que a alguien se le escapó “es el peor presidente de la historia reciente”, lo que generó un silencio incómodo.

Otro grupo decía: “Seguro que Macri vendrá con su discurso triunfalista diciendo que deja la economía mejor que antes y lista para crecer; por respeto a la investidura presidencial aplaudiremos, que es lo que corresponde, aunque estemos en desacuerdo”, al tiempo que otro empresario comentaba que “en los cuatro años de Macri se perdieron casi 200 mil empleos industriales, la misma cantidad de puestos de trabajo destruidos que en los cuatro años de la crisis 1998-2001 que derivó en el default de 2002”.

El mejor termómetro del enojo de los empresarios con Macri es el que mide el patrimonio de las empresas, y casi todas perdieron la mitad de su valor en estos cuatro años. Pero el daño no acabaría allí: “Lo peor –dijo otro– es que la sociedad cree que Macri gobernó para los empresarios y por mucho tiempo quedaremos estigmatizados como corresponsables de este fracaso económico”.

Cuando yo preparaba con Felipe González los temas sobre los que le preguntaría al moderar la exposición que él iba a hacer, me dijo: “Hubo una moda de empresarios convertidos en jefes de Gobierno como Berlusconi, a quien conocí muy bien antes de que ganara las elecciones en Italia y luego cuando compartimos una temporada al frente de nuestros gobiernos. Los empresarios vienen a decirle a la sociedad: ‘Yo no soy como los políticos, no necesito enriquecerme porque ya soy rico’, lo que no se confirma en la realidad porque muchos ricos quieren ser más ricos. Y le agregan a su discurso: ‘Quiero trasladar mi éxito en lo privado a lo público para beneficiar a todos’, pero luego fracasan porque lo público es de otra naturaleza: confunden a su gabinete o consejo de ministros con una reunión de directorio con sus ejecutivos, y al Congreso o a la Asamblea Nacional con una reunión de accionistas donde ellos tienen la mayoría”.

Pero en el caso del fracaso de Macri quizás se agregue otra problemática. Berlusconi, Trump o Piñera en Chile son empresarios que produjeron ellos mismos su fortuna mientras que Macri la heredó. En cierta medida es un empresario que no fue. No pasó a la política después de haber realizado una prominente carrera empresarial sino por no poder consumarla, lo que quizás explique psicológicamente el maltrato que sintieron muchos empresarios y más aún los que fueron contemporáneos de su padre, aunque sea por pocos años.

En Estados Unidos, Michael Bloomberg anunció su precandidatura presidencial por el Partido Demócrata para competir con Trump en las elecciones del año próximo presentándose a sí mismo como “creador de empleo, líder, solucionador de problemas”. Bloomberg es veinte veces más rico que Trump y su influencia trasciende al dinero por ser dueño de uno de los medios globales de noticias económicas. Bloomberg dijo: “Me presento a presidente para derrotar a Trump y reconstruir América. No podemos permitirnos cuatro años más de las acciones imprudentes y poco éticas del mandatario. Representa una amenaza existencial para nuestro país y nuestros valores. Si gana otro mandato, puede que nunca nos recuperemos de los daños”.

Entre los argumentos de quienes apoyan a Bloomberg está que Trump quebró varias empresas y no fue tan exitoso como parece. Tema con algún paralelo con el presidente argentino, ya que el grupo Socma comenzó su ocaso cuando Mauricio Macri todavía era parte de su conducción y se fue reduciendo considerablemente hasta dejar de pagar el canon por la privatización del Correo Argentino en septiembre de 2001. En defensa de Macri hay que decir que la Argentina, por la cantidad de crisis económicas acumuladas durante las últimas décadas, no cuenta con una cantidad de empresarios verdaderamente exitosos como Bloomberg o Piñera.

Y Felipe González, ya frente al público en la conferencia de la Unión Industrial, dijo: “Con política monetaria sola no se puede bajar la inflación, aunque lo digan los libros. Lo que se consigue es encarecer tanto el crédito y endurecer tanto las condiciones del crédito que no se acaba con la inflación y sí se acaba con el aparato productivo”. El tan citado Pacto de la Moncloa se realizó en España cuando aún faltaban más de veinte años para la sustitución de su moneda, la peseta, por el euro, y tenían una inflación anual del 27%. Como parte del pacto se autolimitaron sindicatos, empresarios y gobierno a reducir año a año el porcentaje de aumentos de salarios y precios desindexando la economía sobre la inflación del año anterior.
Al terminar la conferencia, dos vicepresidentes de la Unión Industrial hicieron declaraciones: José Urtubey dijo que a Macri se lo aplaudió al terminar su discurso “solo por respeto”, y Guillermo Moretti fue aún más terminante: “Yo tengo un gran respeto por la investidura presidencial, pero me retiré antes de que hable porque también tengo respeto por mí mismo”.

Fue la triste despedida de Macri en la Unión Industrial, el presidente empresario que terminó siendo peor valorado por su propio grupo de pertenencia.

https://www.perfil.com/noticias/columnistas/macri-el-empresario-que-no-fue.phtml?rd=1


lunes, 28 de octubre de 2019

Postura de simpatizantes de Macri despues de las elecciones

28 oct. 2019

Pyrus Malus

Vote a Macri, estudio y trabajo, no tengo zapatillas de marca ni un celular de alta gama y viaje en bondi toda mi vida. Esto no es pobres contra ricos, esto es la moral contra la inmoral.



Bel

Coincido en cada palabra, tenemos otros valores y moral, y no somos cuentos. Yo tengo 3 trabajos, viajo en Colectivos acá en Córdoba,  alquilo y ayer fui fiscal. Muy orgullosa de votar a @mauriciomacri

Jhon Wine

De acuerdo con vos, qué bueno leer esperanzas reales, personas que quieren otra sociedad, otra forma de ver la vida, otra manera de transitar con dignidad y honestidad.

StrongerBack

Yo soy morocho,de Quilmes,no tengo auto , gay y uso la sube y saben que AGUANTE MACRI Y LO VUELVO A VOTAR CADA VEZ QUE SE POSTULE, MACRI ES EL MEJOR

monica fargioni

Te felicito!!!
Inteligente! Si te ocupas de transmitir eso entre los jovenes y se haga una gran cadena de transmisión seremos un gran pais.
Gracias!!!

Pyrus Malus

Lo intento, aveces es imposible.

Señora Karenina

Todo lo transforman en "odio de clases". El odio que ELLOS sienten.

PATRICIA

Gracias por ser parte del Pais que queremos

Constanza

Te felicito por tus valores !!! Por muchas más como vos, entendiste todo!! Éxitos !!

Victoria Digenti

No te gastes en contestarles así son los K cero neuronas

Flor de Académica Campeona

Excelente síntesis. La grieta es moral. Es no hacer la vista gorda al saqueo,a la negligencia y a la corrupción. Es esa disposición que muchos tenemos de postergar bienestar en pos de un futuro mejor. Lo que ellos no pueden, siquiera, pensar...

EduJur1967

Esta es la juventud que quiero para mi país!!!
Y no las Ofelias y sus seguidores

Pepperina

Son tan básicos! No son capaces de aceptar que el 52% de la población no los votó, ni se dan cuenta que si de ese 52%, el 41% que eligió a Macri fueran chetos que viven de sus padres estaríamos en el primer mundo mínimo!!

Gogo

Ya lo sabemos. Y ellos también, solo se hacen los "humildes luchadores" para darle algún tipo de valor a su defensa de delincuentes.

Clarisa Cla

Los ricos son ellos, y se creen que tienen conciencia social por ser k y distribuir la riqueza ajena.

Gabo Rodríguez

El resentimiento social y la división de clases es el "poder" que maneja el narcosocialismo y lo vivimos en todo #Latam, dividen a la sociedad en ricos y pobres y así ganan las elecciones por su "amor al más necesitado", cuando no les importa nada más que su bolsillo a los zurdos

Ivonn€ G@

Bien dicho, yo igual lo vote porq a comunistas nunca votaré

Pablo Scott

La dignidad no es para todos... vos tenes dignidad , TODOS no

Juntosporelcambio

Somos gente que trabajamos es simple !!! Nadie nos regala nada y no vivimos de planes !!!

El tano

Es muy cierto lo que decís hoy si tengo una profesión fue porque durante década dormir 4 o 5 horas y llegué a comer solamente un sándwich de papa frita y después nos dicen que la culpa de que el otro tenga hambre es de nosotros

Sil Aragon ~Presa La Quiero~

Coincido, pero es de populistas meter resentimiento (ticos contra pobres) en las cabezas para dividir y reinar..
Lo lograron.
La grieta es moral

Carlos Daniel Aquino

Sólo tiene una neurona. Son así.

Danita

esta es la gente que me gusta!! La honesta, que labura, que no jode a nadie para progresar, se lo gana sola...somos muchos gracias a Dios!!!
Felicitaciones!!!

silvilaindia21@gmail.com

Yo también estudie, trabajo desde los 17 años, ahora tengo 45, toda mí vida viaje y viajo en bondi, no tengo auto, no tengo casa propia, alquilo, trabajo de lunes a sábados, mis viejos me inculcaron valores, y sabes que?? Voté a MM. Y LO SIGO APOYANDO!!

GRACE

Siguen con el versito de los oligarcas, atrasan 50 años, aburren. Están muy sensibles, a pesar de haber ganado, por muy poco

Joaquin Luna

Esa convicción de la vida del trabajo, del esfuerzo y que todo te lo ténes que ganar. Se nota que sos de buena madera, todavía hay esperanza. No todo está pérdido

nieves

Me parece genial,las zapatillas de marca o celular de alta gama no hace a la persona xo ves a piqueteros con zapatillas de marcas y altos celulares y pensas ¿como?son pobres, la pobreza está en la cabeza,querer se+ de lo qe te da el bolsillo,yo inagure una frase ENVIDIA DE CLASE

https://twitter.com/JuliAilenOK/status/1188953118144376837?s=08

viernes, 18 de octubre de 2019

Derribar el mito de los "planeros": ¿de qué viven los pobres?

18 octubre 2019.

Por: Diego Born, Licenciado en Sociología. Becario Doctoral Conicet - UBA. Especialista en pobreza.

Lejos de la difundida idea de que muchos de los pobres prefieren no trabajar y vivir de planes sociales, la evidencia muestra que siete de cada diez pesos que reciben los hogares pobres son el producto de su trabajo y que solo uno de cada diez pesos proviene de AUH, planes de empleo, becas y similares.

En los hogares pobres, el 70,5% de los ingresos totales provienen de ocupaciones laborales (sin incluir los planes de empleo), valor que resulta apenas inferior al del promedio de los hogares no pobres (73,0%).


Buena parte de la población está convencida de que los más humildes viven, en su mayoría, de “planes”. Y de que esa es la causa por la cual “los que trabajan” se ven “asfixiados por los impuestos”, que se usan para “mantener vagos”. Veamos si, efectivamente, los pobres son pobres porque no se esfuerzan y prefieren vivir de planes…

¿Son (casi) todos “planeros”?

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC deja en evidencia que, lejos de eso, la gran mayoría de los ingresos de los hogares pobres procede del mercado de trabajo. De hecho, la proporción de los ingresos provenientes del trabajo en los hogares pobres es similar a la de los hogares no pobres. En contrapartida, las transferencias monetarias directas dirigidas a la población vulnerable (planes de empleo y capacitación, AUH, becas escolares y similares, tanto del estado nacional como de las provincias y municipios) son apenas un complemento.

Tomando el último año para el que disponemos de las bases de datos (del segundo trimestre de 2018 al primero de 2019, periodo en el que la tasa de pobreza promedió 31,7%), analicemos cómo se componen los ingresos de los pobres (indigentes y no indigentes) y de los no pobres (en estratos, según la cantidad de canastas de pobreza que representan sus ingresos). Vale recordar que, a valores de septiembre, un hogar tipo del GBA (el monto varía de acuerdo con la composición del hogar y a la región donde reside) necesitó alrededor de $35 mil para no ser pobre y en torno a $14 mil para no ser indigente.

En los hogares pobres, el 70,5% de los ingresos totales provienen de ocupaciones laborales (sin incluir los planes de empleo), valor que resulta apenas inferior al del promedio de los hogares no pobres (73,0%).

Sin embargo, mientras que en los hogares pobres casi la mitad de los ingresos laborales provienen de ocupaciones informales (48%), en los hogares no pobres los ingresos de ocupaciones formales representan el 84% de los ingresos laborales. Dentro de los pobres, la participación de los ingresos laborales es más baja entre los indigentes, entre quienes además es mucho mayor el peso de las ocupaciones informales en la masa de ingresos laborales. En los no pobres, la mayor participación de los ingresos laborales se observa entre los sectores vulnerables (es decir, aquellos cuyos ingresos familiares se ubican apenas por encima de la línea de la pobreza), y el peso de las ocupaciones formales en el total del ingreso laboral se incrementa a medida que más arriba de la pirámide se ubica el hogar.



En contrapartida, los ingresos por transferencias directas no contributivas dirigidas a población vulnerable como la AUH, los planes de empleo (con contraprestación laboral) y de capacitación, las becas escolares, etc. representan solo el 9,3% de los ingresos de los hogares pobres: del total de estos ingresos, el 84% corresponden al ítem “ayuda social” donde el mayor aporte proviene de la AUH, el 12% a planes de empleo y el 4% a becas.

De esta manera, por cada ocho pesos de ingreso que los hogares pobres reciben por su trabajo, nos encontramos con apenas un peso proveniente de este tipo de transferencias.

Desde otro ángulo, mientras que el 85% de los pobres forman parte de hogares donde al menos uno de sus integrantes tiene ingresos laborales (valor casi idéntico al de los no pobres, 86%), apenas el 0,5% de los pobres integra hogares en el que todo el ingreso proviene de planes, AUH y similares.

En el caso de la población en hogares indigentes, la participación de estas transferencias en el total de la masa de ingresos alcanza al 25,2%, mientras que entre los pobres no indigentes cae al 7,9%. El peso relativo que los ingresos por estas transferencias tienen entre los indigentes no implica que sean sumas cuantiosas, sino, simplemente, a que sus ingresos originados en otras fuentes son exiguos: cada persona que integra hogares indigentes, en promedio y a precios de septiembre, recibe unos $550 mensuales por medio de estas transferencias, frente a los $3.600 que necesitaría para no ser indigente y a los cerca de $9.000 que requeriría para no ser pobre.

Cabe señalar que estas transferencias tienen distintos orígenes y objetivos. A diferencia del periodo transcurrido entre fines de los noventa y los primeros años del siglo, cuando la estrella eran los “planes de empleo”, actualmente la transferencia social directa cuantitativamente más importante es la AUH que está lejos de ser “un plan manejado por punteros”: constituyó una de las medidas de equiparación de derechos más importantes de las últimas décadas (los hijos de los trabajadores formales reciben ingresos por sus hijos por la vía de las asignaciones familiares o por la de deducción de ganancias) y, junto a las moratorias previsionales, fueron fundamentales para garantizar un piso mínimo de protección social que alcanza a casi todos los niños, niñas y adolescentes y adultos mayores de nuestro país.

Por otro lado, en los hogares pobres los ingresos por jubilación o pensión ocupan el segundo lugar luego de los ingresos laborales, al igual que entre los no pobres. Pero mientras representan 15,2% del total de ingresos en hogares pobres, en el resto representan una proporción mayor, especialmente en los sectores acomodados (23,8%), donde también tienen un peso destacado los ingresos por rentas y alquileres (3,4%). Los ingresos monetarios por cuota alimentaria o ayuda de otros hogares están presente en todos los segmentos, pero en mayor medida en los hogares pobres, especialmente entre aquellos que se encuentran en la indigencia (5,6%).

Para el periodo analizado, los ingresos de los hogares pobres representaron, en promedio, el 62% de lo que hubieran requerido para alcanzar el umbral de la línea de la pobreza. Esto significa que tuvieron los recursos necesarios para afrontar solo 18 días y medio de los 30 días del mes: 13 días con ingresos provenientes del trabajo, apenas algo más de un día y medio con los ingresos por AUH, planes de empleo, etc., y los otros cuatro días con ingresos de otras fuentes no laborales, especialmente jubilaciones y pensiones.

Si los ingresos no alcanzan, ¿cómo (sobre)viven los pobres?

Al contemplar solo los ingresos monetarios, la medición de pobreza no toma en cuenta otros recursos a los que pueden echar mano los hogares para satisfacer sus necesidades ante la carencia de ingresos corrientes, como recibir ayuda en especies (alimentos sin cocinar o en comedores, ropa, etc.), descapitalizarse (gastar ahorros, vender pertenencias) o endeudarse (con otros hogares o bien con bancos o financieras).

No obstante, la EPH también nos aporta información sobre estas otras estrategias a las que recurren los hogares (en los tres meses previos). Si bien de manera menos precisa que la indagación exhaustiva por los ingresos, estos datos ofrecen pistas interesantes.

El 13% de las personas pobres integra hogares que declaran haber recibido mercadería (alimentos, ropas, etc.) de parte de instituciones estatales y no estatales o, en medida algo mayor, de parte de otros hogares, y esto adquiere especial relevancia entre los indigentes (17,8%). Sin embargo, esto no es privativo de los pobres: lo mismo se registra para el 5% de las personas no pobres, especialmente para los segmentos vulnerables y medios bajos.

Por otra parte, casi una tercera parte de los pobres se endeuda para solventar sus gastos, con bancos o financieras, pero especialmente con otras familias (una cuarta parte de la población indigente recibió préstamos de otros hogares). Entre los no pobres los préstamos recibidos de otros hogares decrecen a medida que aumenta el nivel de ingreso, pero esto no ocurre con los préstamos de bancos y financieras (sin incluir aquí las compras con tarjetas de crédito), que se mantiene en torno al 15% en todos los segmentos.

Finalmente, otras de las estrategias se vinculan a la descapitalización. El uso de ahorros para solventar gastos alcanza al 30% de todos los segmentos de hogares, lo que, al igual que el endeudamiento con bancos y financieras, puede ocultar fenómenos disímiles: mientras que para algunos es una acción obligada para la satisfacción de necesidades básicas, para otros el uso de ahorros bien podría destinarse al consumo de ciertos bienes (electrodomésticos, por ejemplo) o servicios (paseos, vacaciones) no esenciales, o bien para mantener un cierto nivel de vida en coyunturas en las que se contrae el poder adquisitivo. En cambio, la descapitalización por la vía de la venta de pertenencias sí muestra una mayor preponderancia entre los más desfavorecidos: la población en hogares pobres que recurrió a esta estrategia en los tres meses anteriores (12,5%) duplica a lo observado en la población de hogares no pobres (6,7%), y si se comparan los segmentos extremos, la venta de pertenencias resulta casi cinco veces más usual entre los indigentes que entre los sectores acomodados.

Cabe señalar que, tanto recibir mercaderías como préstamos de parte de otros hogares, constituyen un indicio de la importancia que tienen las redes de relaciones interpersonales en las estrategias de mitigación de la carestía de recursos corrientes por parte de los sectores más vulnerables. Pero, al igual que con la venta de pertenencias, se trata de estrategias que muy probablemente encuentren complicada su permanencia o eficacia en el tiempo cuando una crisis se amplifica y es duradera.



¿Qué pasaría si no existieran las transferencias sociales directas?

Si se decidiese eliminar todos los ingresos que los hogares reciben en concepto de AUH, planes de empleo, etc., la tasa de indigencia aumentaría entre 2,5 y 3 puntos porcentuales, en tanto que la de pobreza total subiría alrededor de un punto y medio. Esto muestra que las transferencias sociales directas tienen mayor eficacia para garantizar un pequeño ingreso estable a los indigentes y para evitar que una porción de los pobres no indigentes caigan en la indigencia, que para reducir la pobreza.

Para ponerlo en perspectiva, si bien un punto porcentual y medio equivale a casi 700 mil personas (extrapolando los datos de las grandes ciudades, que es lo que cubre la EPH, a todo el país), esta magnitud representa apenas una sexta parte del crecimiento experimentado por la tasa de pobreza entre la segunda parte de 2017 (25,7%) y la primera mitad de 2018 (35,4%).

En definitiva, dado el carácter apenas paliativo (aunque necesario, hiper progresivo y, en muchos casos, restitutivo de derechos) de las transferencias sociales directas, el combate a la pobreza (y a la desigualdad) no debe pasar por la estéril discusión sobre ellas, sino por cómo lograr reactivar el mercado de trabajo, para que bajen la desocupación y la informalidad, y se recupere el poder adquisitivo de los salarios.

https://www.ambito.com/derribar-el-mito-los-planeros-de-que-viven-los-pobres-n5060448?fbclid=IwAR0yL_VBHXhtyTJ_r4gSUZ6_RtbgyAFU4dAUWj-VLjFG4HS8VcxASOu_Sf8?fbclid=IwAR0yL_VBHXhtyTJ_r4gSUZ6_RtbgyAFU4dAUWj-VLjFG4HS8VcxASOu_Sf8

domingo, 6 de octubre de 2019

“Sí se puede”

6 oct. 2019.

Pablo Dugan
Gran hilo de nada. Pavadas motivacionales en un país en ruinas. Es tan difícil para Macri hablar de la realidad? Para qué tuitea estas gansad 


 

EL PODER DEL "SÍ". Esta fue una de las semanas más emocionantes de mi vida. Desde el sábado 28 cuando comenzó La Marcha, cientos de miles de personas en distintas ciudades nos acompañaron para expresar públicamente su confianza.

Cada vez serán más. Es muy conmovedor. Quiero darles las gracias a todos ellos, y también agradecer a los que no fueron pero que tienen en sus corazones la misma convicción. De alguna manera estamos todos conectados por las mismas emociones que nos llevan hacia adelante.

La Marcha va más allá de una movilización por una contienda electoral. Es cierto, marchamos para ganar y la participación es decisiva para alcanzarlo. Pero además marchamos para decirnos a nosotros mismos que podemos superar cualquier dificultad y alcanzar cualquier objetivo

"Sí, se puede" es una oración sencilla y poderosa. La historia del mundo está hecha por gente que dijo "Sí, se puede"; "Sí, podemos"; "Sí, puedo". Los países que admiramos se levantaron de tragedias y sufrimientos de dimensiones apocalípticas diciéndose a sí mismos “Sí, podemos"

Nuestros héroes y heroínas, en cualquier momento de la historia, fueron personas que, llenas de incertidumbre, avanzaron diciéndose a sí mismas “Sí, se puede”. ¿Qué creen que pensaba San Martín al cruzar la Cordillera de los Andes? ¿No, no se puede? o ¿Sí, sí se puede?

Todo aquel que enfrenta una dificultad de cualquier tipo sólo puede hacerlo diciéndose “Sí, puedo”. Es lo que hacen las personas convalecientes durante una rehabilitación que con dolor vuelve a hacerlos caminar. Es lo que hace aquel que se queda estudiando más allá del sueño.

Es lo que hace cualquier chico que juega a la pelota contra la pared soñando con jugar alguna vez la final de la Champions (todos los que juegan esa final fueron alguna vez ese chico). Es lo que hace la pareja que busca un hijo en su tratamiento de fertilidad.

Es lo que hace aquel que supera una pena personal inigualable al salir a la calle para continuar su vida a pesar de todo; y lo que hacemos juntos, ahora mismo.

Si el mundo se dividiera en dos equipos, uno el “Sí se puede” y el otro el “No, no se puede”; millones de argentinos y yo estaríamos del lado del "Sí". Porque lo contrario es un mundo sombrío y amargo, donde triunfaría la resignación. Y ahí no hay vida, ni esperanza, ni futuro

Sí. Se puede. Sí, podemos. (La vamos a dar vuelta)

https://twitter.com/mauriciomacri/status/1180879579986182145

miércoles, 2 de octubre de 2019

Planes sociales, sindicatos, sueldos altos, déficit primario y burocracia

2 oct. 2019.

Por: Rodrigo Quiroga.

Los supuestos problemas que tiene Argentina según los liberales:

1-Planes sociales
2-Sindicatos
3-Sueldos altos
4-Deficit primario
5-Muchos empleados públicos

Si en lugar de eso pensamos éstos?:

1- Poca inversión en Ciencia y Educación
2- Informalidad
3- Fuga de U$D



1- Planes sociales, o el gasto social directamente, ya que muchos liberales también cuestionan el "gasto" en jubilaciones.

Todos los países de la OCDE tienen  (salvo Chile, Corea y Turquía) mayor gasto social que Argentina (14.3% del PBI).



2- Sindicatos: Los países con mayor desarrollo económico y más felices del mundo son los nórdicos.

Allí las tasas de sindicalización superan el 50%. En Argentina es 28%, y muchos países OCDE superan ese porcentaje.

Hilo sobre sindicatos y desigualdad:



3- Sueldos altos: Argentina tenía en 2015 sueldos "altos" en dólares (14000 U$D anuales según RIPTE) pero igualmente mucho más bajos que cualquier país OCDE. El desempleo era de 6%.

Hoy los sueldos son de los más bajos de Sudamérica (8300 U$D anuales) y el desempleo es de 10%.


4- Muchos países sostienen déficits durante años mientras crecen sus economías.

Por otro lado, el recorte de gasto social no es el único camino para mejorar el déficit.

Por último, mejorar el déficit primario sin reducir el déficit total es absolutamente inútil.


5- Empleados públicos son médicos, enfermeros, policías, científicos, maestros, profesores, etc. Queremos menos de todo eso?

Hay países centrales en OCDE con muchísimo más empleo público que Argentina (19%).



6- Correlación no implica causalidad y mostrar que algo ocurre en países centrales no significa que haya que imitarlos.

Dicho ésto, SÍ pienso que los datos sugieren que no somos "un país de mierda" dónde ocurren cosas insólitas.

No soy economista, pero porqué no hablamos de:

7- Baja inversión en ciencia y tecnología.

Ningún país de la OCDE invierte menos del 1% del PBI en ciencia. Argentina ~0.5% Cómo muestra el gráfico (@FernaStefani
) los países con economías de mayor crecimiento (amarillo y rojo) son los que más invierten en ciencia y tecnología.


8- La inversión Argentina en CyT aumentó drásticamente de 2004 a 2014 y luego comenzó a caer con una brutal destrucción por parte de Cambiemos en 2018-2020. (Gráfico de @jorgeluisaliaga
 ).


Necesitamos desarrollar tecnología propia para incorporar a las cadenas productivas.



9- Informalidad. Acá sí somos un país "unicornio". Casi no hay países con un PBI per cápita cómo el nuestro y dónde la economía "en negro" represente semejante porcentaje de la economía.

El FMI nos coloca en el puesto 72 de los 91 estudiados según el % "en blanco" de la economía


10- Fuga de dólares. Somos el quinto país del mundo en % del PBI que se encuentra en paraísos fiscales. (Gráfico de @gabriel_zucman
 ).


Los cuatro países que nos superan son países petroleros, sumamente desiguales, con gobiernos +/- autoritarios y casi nulos control de capitales.



11- No soy economista y no pretendo saber cómo terminar con el ciclo de crisis de la economía argentina.

Sí me parece que los datos disponibles sugieren que los problemas centrales no son los que los economistas ortodoxos insisten en discutir hace 40 años.

https://twitter.com/rquiroga777/status/1179582796123328513